Durante casi un siglo, el apellido Cockerell representó una tradición de encuadernación de alta calidad y diseños únicos de papel jaspeado. Cuando creamos la marca Paperblanks en 1992, elegimos su emblemático papel decorativo para una de las cubiertas de nuestros primeros diarios. Ahora, más de treinta años después de ese primer lanzamiento, tenemos el privilegio de volver a incorporar un diseño de Cockerell a nuestra colección. Esta técnica fue desarrollada por Sandy Morris Cockerell, que se inspiró en un método tradicional de teñido de papel originario de Turquía y Extremo Oriente.

El padre de Sandy, Douglas Bennett Cockerell, había comenzado el negocio en Londres después de iniciarse en las artes gráficas en Kelmscott Press, la editorial de William Morris. Douglas ascendió rápidamente a lo más alto de la profesión, y en 1901 escribió Bookbinding and the Care of Books (‘Encuadernación y cuidado de libros’), un manual que a día de hoy sigue editándose y siendo obra de consulta. Como dato curioso, una de las personas que se formaron con este manual fue Sybil Pye, la gran encuadernadora art déco a la que homenajeamos en nuestra serie Encuadernaciones de Sybil Pye. En la actualidad, por lo que más se recuerda al taller Cockerell and Son es por los papeles jaspeados de Sandy Cockerell.

Descrito por muchos como un Leonardo moderno, Sandy Cockerell adoptó esta minuciosa tradición artesanal y encontró la manera de producir los diseños sorprendentemente complejos de estos papeles decorativos a gran velocidad y escala. De este modo, se alejó de la mentalidad del movimiento Arts and Crafts de la que hacían gala su padre y William Morris, y abrazó los retos y las oportunidades que entrañan la producción en serie y la tecnología. Cockerell mejoró el diseño de la maquinaria de la época y, ante la inexistencia de herramientas apropiadas, creó las suyas propias.

Como reconocimiento a su labor, Sandy Cockerell fue nombrado oficial de la Orden del Imperio Británico y doctor honoris causa en Cambridge, y en 1970 se realizó un documental sobre su trabajo titulado The Art of the Marbler. Más allá de la belleza estética, lo que hace tan especial al papel jaspeado de Cockerell es que cada pieza es un original único. Igual que sucede con el estarcido katagami, hay que «destruir» la plantilla del diseño para conseguir cada impresión, por lo que cuando se aplica varias veces el mismo diseño, cambia ligeramente y va evolucionando con cada impresión.

Cuando decidimos relanzar nuestra serie Papel Jaspeado Cockerell, nos atrajo especialmente este original diseño en rojo, negro y blanco. Lo hemos bautizado como Rubedo (‘enrojecimiento’ en latín), término que empleaban los alquimistas para referirse a la cuarta y última etapa de una opus magnum. Así, la fase rubedo indicaba el final exitoso de una gran obra, por lo que nos pareció un nombre muy apropiado para un diario que van a utilizar escritores y artistas. Esperamos que este llamativo diseño y su interesante historia le inspiren para dejar volar la imaginación y llevar su creatividad a otro nivel