Todo género de la música moderna que ha conseguido destacar en una época determinada ha dejado también su impronta en forma de un estilo visual característico. En el Reino Unido, a finales de la década de los setenta y principios de la de los ochenta, el colectivo que dejó huella en el panorama musical fue el de los llamados «nuevos románticos». Los integrantes de ese movimiento hacían gala de una creatividad sin freno y de un exceso de personalidad que contrastaba con la monótona y anodina estética de su entorno urbano. Los locales nocturnos de moda se convirtieron en una pasarela a la que acudía la gente a hacer ostentación de sus ideas más novedosas y provocativas. Aquellos nuevos románticos se inspiraron en gran medida en el Romanticismo clásico inglés, de cuya época tomaron algunos de sus rasgos más celebrados para adaptarlos al panorama musical y nocturno del momento. Nosotros nos hemos fijado en nuestra historia y hemos decidido hacer algo parecido y revitalizar nuestro diseño Romanticismo y Sensibilidad, originalmente inspirado en un tomo de poesía del poeta romántico Henry Kirke White encuadernado en piel en 1843.

Hemos reemplazado los colores pastel y la estética más tradicional de aquella primera colección por unos tonos más intensos y unos acabados metalizados que reflejan aquella modernización de épocas anteriores que emprendieron los nuevos románticos. El movimiento de los nuevos románticos, cuya influencia impregnó la moda, el diseño y la música, tiene sus raíces en el panorama de los clubes nocturnos de los años setenta en Londres y Birmingham, en el Reino Unido. El punk rock que predominaba en la época adoptó una actitud de «ir contra todo», pero tras años de recesión económica y de un sentir generalizado de derrota y desesperanza, ese deseo de confrontación fue sustituido por un afán de escapar de la tediosa realidad.

Los organizadores de actuaciones de Roxy Music, Duran Duran y David Bowie dieron respuesta a aquellos anhelos y a partir de ahí floreció el movimiento de los nuevos románticos. Los asistentes a los clubes nocturnos de la época, ataviados con ropa llamativa y maquillados para difuminar cualquier distinción de género, adoptaban una actitud extravagante, glamurosa y ostentosa. Combinaban el futurismo, el fetichismo y la fantasía con los rasgos más frívolos de los románticos ingleses, los puritanos y los Incroyables franceses. La aparatosidad de todo aquel glamur en el vestir atrajo la atención de los medios, que se apresuraron a bautizar a aquella gente que tanto cuidaba su imagen.

Al final, el apodo que acabó cuajando fue el de «nuevos románticos», por lo que tiene sentido llamar así a nuestra colección, ya que cuadra tanto con nuestra remodelación de la «antigua» colección Romanticismo y Sensibilidad como con la nueva y audaz dirección que adoptó el movimiento de los nuevos románticos. Con todo su boato y parafernalia, los nuevos románticos desafiaron las normas suficientes para que se los reconociese como los rebeldes de su época. Su revuelta artística pasó de celebrarse en veladas exclusivas en locales nocturnos a emitirse por televisión en la cadena MTV. Nuestra cubierta Rebelde de Medianoche conmemora aquel espíritu de rebeldía y aquella fe en los buenos tiempos.